-
Arquitectos: BAROZZI VEIGA
- Área: 4037 m²
- Año: 2025
-
Fotografías:Simone Marcolin
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto para Abby Kortrijk extiende y transforma el complejo históricamente significativo de la Abadía de Groeninge en un espacio artístico para exposiciones temporales específicas del sitio y eventos públicos. Abby Kortrijk es un nuevo tipo de museo: un lugar para todos, abierto y versátil, un espacio urbano en el maravilloso entorno del Parque Begijnhof en el centro de Kortrijk.
El diseño se centró en una amplia interpretación del tema de la identidad, donde conceptos como persistencia, restauración y transformación han sido cuidadosamente equilibrados para redescubrir una nueva identidad para el conjunto, profundamente arraigada en lo existente.
La propuesta revela la hermosa espacialidad de la estructura original de la capilla de la abadía y los dormitorios, restaura el antiguo patio y añade un espacio de exhibición subterráneo de última generación. Cada una de estas 'habitaciones' tiene una atmósfera diferente, creando espacio para el arte y actividades compartidas de maneras específicas.
Mientras que el área de exhibición está ubicada debajo del complejo, la distintiva presencia del nuevo pabellón del parque establece un diálogo con las estructuras históricas, tanto a través de su forma, que evoca la verticalidad de sus techos inclinados, como mediante la lógica de su disposición ortogonal. El nuevo edificio aparece como un elemento claramente reconocible en diálogo con la arquitectura existente; un pabellón más que continúa la historia de la composición urbana. Sus fachadas, cubiertas de ladrillo de color oscuro, le otorgan el carácter de un elemento independiente dentro del complejo histórico.
La nueva arquitectura es contenida y razonada, definida por intervenciones sutiles y bien consideradas que crean un equilibrio entre lo nuevo y lo existente, realzando la historia del lugar y proporcionando nuevos espacios para el futuro.
Descripción de la intervención — Desde una perspectiva de diseño urbano, el proyecto elimina elementos que no formaban parte de la disposición original de la abadía e introduce un nuevo pabellón, posicionado ortogonalmente a la composición existente y asomándose hacia el Parque Begijnhof. Esta intervención redefine el claustro original y crea un pasaje desde la Groeningestraat hasta el jardín público.
El pabellón, conectado al complejo a través del antiguo edificio de los dormitorios, alberga un bar y un restaurante. Sus fachadas inclinadas crean una atmósfera acogedora y protegida al mismo tiempo que maximizan el espacio interior. Aquí se puede disponer una larga mesa, haciendo referencia al refectorio comunal de una abadía.
Se realizaron intervenciones mínimas en el antiguo edificio de los dormitorios, restaurando las ventanas originales, el techo y el piso de terracota roja. Se añadió una larga vitrina para exhibir obras de la ciudad de Kortrijk, invitando a los artistas a interactuar con la colección.
La abadía sirve como una casa de arte, donde los visitantes experimentan el arte a lo largo de sus habitaciones. Desde el dormitorio hasta el pabellón, se puede disfrutar de las exhibiciones sin necesidad de un boleto. Encima del dormitorio se encuentra el salón, adyacente a la antigua capilla.
La antigua capilla es uno de los elementos más antiguos de la composición. Al eliminar los corredores y entrepisos adyacentes existentes, el proyecto restablece la grandeza original de la abadía; sin pisos intermedios, el edificio del siglo XVI recupera su atmósfera original y proporciona un nuevo espacio vertical para exposiciones.
Para evitar sobrecargar el parque y darle al edificio existente espacio para respirar, el proyecto incluye una expansión subterránea para áreas de exhibición. Estas salas neutrales, de calidad museística y de última generación, proporcionan un lienzo flexible para exposiciones. Los edificios de la capilla, el dormitorio y el pabellón aportan riqueza histórica al proyecto, mientras que las 'cajas blancas' de abajo ofrecen un espacio neutral que complementa este contexto histórico. La secuencia de espacios, diversa pero cohesiva, es funcional con una lógica interna.
Las fachadas originales fueron restauradas respetando su dibujo original. En cuanto al nuevo elemento, la fachada del pabellón presenta ladrillos hechos a medida—hechos de componentes de construcción reciclados—que conforman una estructura monumental y expresiva, reforzando su presencia en el tejido urbano.
